Oscar R. Ruiz

(en algún lugar tengo que poner y mostrar lo que escribo. Hasta ahora, no encontré uno mejor que éste)

El blog de Oscar Ruiz

30/12/12

Cierre 2012



Acá estoy escribiendo, bastante temprano, este último domingo del 2012, a solo un día de fin de año. Terminándolo quizás como lo comencé, aunque ya no recuerdo, quizás también lo empecé escribiendo. Forzándome, obligándome a no  hacer un balance del año, asunto que  teniendo en cuenta mi personalidad, se torna casi inevitable.  Con proyectos, a medio terminar, en movimiento. Otros que aún no se han comenzado siquiera a materializar y siguen dando vueltas por mi cabeza, esperando el momento adecuado para ver la luz. Hubo mucho escrito, mucho aprendido, premios, partidas, halagos, dolores, crecimiento, vida, sólo vida. ¡Qué más!. Año movilizado, muy movilizado, pero bueno. Que el que viene traiga lo mejor para todos y cada uno.

9/12/12

reportaje


Gracias a la gente de FM Carilo 104.3 y a Juan Luis Demarchi por el reportaje http://pinamarnoticias24hs.blogspot.com.ar/2012/12/oscar-ricardo-ruiz-ganador-del-concurso.html#links

22/11/12

Tiempo de tango, tiempo de angeles - ALAS DE TANGO -

Se acerca Diciembre, se acerca el tiempo de angeles ...  se acercan los cuentos




ALAS DE TANGO     (*)
                                                                    

                         " Alas de tango llenaban de luna la penunbra

                             y en un brindis de champagne la sala fue quedando a oscuras
                              el dia que se baile tango en las calles del amor

                                cara a cara, ojos cerrados, corazon a corazon "      



Alas de Tango  – M.Gurevich y Scherman                                         


Un día te animaste. Tomaste valor y le pediste al Padre de todos, como si fuera lo más común del mundo.

–¡ Padre! , Quiero bajar a Buenos Aires . Quiero  aprender a bailar tango.

Y Él,  ante tu asombro dijo que sí. Con su generosidad no había otra respuesta posible. A pesar del dolor por dejarte ir , a vos;  uno de sus ángeles predilectos.

Llegaste una madrugada a Buenos Aires  para recalar en cualquier barrio porteño,  donde salones de baile hay de a dos por cuadra, y empezaste a  aprender. Tímidos los primeros pasos como palotes. Después las figuras vinieron y se vio a lo lejos que habías nacido para el tango. En las clases las mujeres se peleaban en voz baja para bailar con vos. Decían que tus pies se movían como si estuvieran separados del piso y tu marca era tan varonil, pero tan suave al mismo tiempo, que segundos antes de indicarles  el giro, ellas sabían dónde tenían que ir, o cuando detenerse y flotar en un compás de violín que se les hacia interminable.

Al tiempo llegó la noche de tu primera milonga. Nervioso como si fueras cualquier mortal, te pusiste la mejor colonia que encontraste -aunque no la necesitabas- y lustraste  los zapatos de baile por cuarta vez.  Entraste al salón sintiendo las miradas de todos sobre tu espalda.  La música inundaba el ambiente y en la penumbra de la pista se veían  algunas parejas bailar, mientras Pugliese y “Yuyo Verde” se juntaban magistralmente.

No esperaste mucho, la ansiedad te devoraba, cabeceaste  a la primera mujer  que viste y al dar  los dos primeros pasos en la pista, se acabó tu miedo. Sentías  que  las notas y acordes de ese tango que bailabas construían una alfombra donde te deslizabas con placer y alegría,  mientras la música entraba en tu cuerpo angelical poro a poro.  Al rato, como si estuvieras en la escuela de tango, las mujeres hacían cola para bailar con vos, y los hombres, ¡los hombres! con envidia oculta y en silencio te miraban de reojo,  admirando  tu  apostura, tu elegancia y garbo .  

Hasta que ella llegó a tu lado. Frágil, menuda, pelo negro, piel pálida. Simplemente te estremeciste al poner tu mano en su espalda, mirarte en sus ojos y percibir su leve temblor, en una sensación que hasta ese momento era desconocida por vos. Las primeras notas sonaron. Se congeló el  tiempo, los cuerpos se tensaron y en un acorde inesperado de bandoneón diste la orden inclinándote hacia adelante para dar el primer paso,  y a  partir de ése surgieron un  torbellino de giros, cadenas,  sacadas, ganchos, ochos, boleos y molinetes  que se sucedían uno tras otro en una sintonía perfecta. Era como si siempre hubiesen sido uno y nacidos para bailar.

Estabas bailando tango. La emoción te embargó de tal manera que sin control alguno de vos mismo te entregaste a la música, la sensualidad del momento y a esa mujer desconocida y terrena  que tenías entre tus brazos.

Tus alas, entonces, se liberaron de los elásticos que las sujetaban y rompiendo la ropa se desplegaron blancas, inmensas, magníficas, buscando  aire y cielo, para dejar a la vista de todos tu  verdad de ángel.

A los pocos minutos, - como las flores del cardón, efímeras y hermosas – se despegaron de tu espalda para caer al piso, dejándote aún aferrado a la cintura de esa mujer, de la cual te enamoraste.

 Absolutamente desamparado.

Como si fueras el primer hombre de la tierra.

(*)  Este cuento obtuvo la 2da. Mención de Honor en cuento en el 1er. Certamen del Consejo Municipal de Cultura - Mutual de Trabajadores Municipales del Partido de Gral. Pueyrredón 


16/11/12

Pequeña historia de un cuento corto - BALADA PARA ASTOR



Una tarde de sábado de Julio del  2011, mientras trataba de escribir algo coherente en casa, revisaba mi carpeta de apuntes, ideas y algunos párrafos escritos.  
Mientras tanto me llenaba el alma y los oidos deleitandome con la musica de Astor Piazzola
De golpe y por esas  rarezas de la cabeza, se me ocurrio pensar como habría sido la separación de Astor con Amalita Baltar. Fue la epoca en que los dos estaban en Italia, Astor habia grabado Libertango y tambien el tremendo CD con Gerry Muligan.
Las 5 primeras frases las tenia escritas, desde hacia mas de un año, pero  aun no tenia historia. De allí en mas fue simple, solo tuve que  juntar ambas cosas y quedo este cuento hecho con respeto y admiración a esos dos tremendos artistas.    



BALADA PARA ASTOR
           Me despierto sobresaltada, tarde muy tarde, serán las tres o las cuatro, no lo sé a ciencia cierta. Giro mi brazo derecho instintivamente para tocarte y  encuentro  el abismo de las sábanas vacías. Tomo conciencia de que te fuiste. Desde la  cocina, el zumbido apagado de la heladera  interrumpe de a ratos el silencio de la casa.  Otra noche más sin poder dormir. Me sale el incendio desde el estómago que me hace retorcer de dolor.

Me levantoMe paroBajo las escalerasVoy a la cocinaTomo aguaMiro por la ventanaVoy al bañoCamino hasta el  livingPrendo la teleLa apagoAgarro un puchoTomo antiácidoEl incendio no paraVoy y vengo de la nada al vacío.  fuuu.  Respiro hondo. Una, dos, tres veces. El reloj canta las tres. 

            Abro la ventana y la noche me pega fuerte en la cara.  Tranquilidad. Silencio. Solo se ve la luz de la esquina, es la hora que me gusta, prendo la hornalla, pongo la pava para hacerme unos mates -a pesar de la acidez-  ya resignada a no dormir  más, mientras  tanto pienso en nada, en vos, en mí,  en mi vida,  la familia, los amigos,  lo que quiero,  lo que no pudo ser.

            “Primero hay que saber sufrir, después amar, después partir y al fin andar sin pensamiento”. –Qué Impresionante este tipo Expósito, dieciséis años y escribiendo así, qué impresionante. Sus  versos  me dan vuelta en la cabeza. No me los puedo  sacar. Tarareo bajito.  Me dan unas  ganas tremendas de  escuchar  un tango tuyo, –el último tango tuyo en  Italia-  pero es muy tarde y los vecinos se van a cabrear. Me las aguanto, hoy no estoy para peleas.

Desde la ventana veo la Piazza Navona  y el obelisco egipcio de la Fontana dei Quattro Fiumi   y otra vez -como siempre- me hago la ilusión de que estoy mirando desde lejos  la avenida Corrientes  y mi amado Obelisco, pero es tan distinto. La acidez me ataca en oleadas.

––¡Má sí, yo lo escucho, que se jodan los vecinos, total no me ven  más!  –suelto en un alarde de egoísmo vecinal poco común en mí.  

Tomo un disco de la pila y lo pongo en el tocadiscos. Los primeros acordes de bandoneón de Amelitango  suenan  con toda su potencia. Es tu regalo, es mi despedida.    

            El teléfono me asusta:

            –¡Hola!. 

            –¡Amalita!...querida, ¿cómo estás?– , me contesta una voz  que reconozco inmediatamente.

             –¡Ferrer!... ¿qué hacés llamándome a esta hora?.  

            –A esta hora ¿qué? – me dice como si fuera lo más natural del mundo– si son las siete  de la matina y me estoy yendo a apoliyar  .

            –¡Ah sí, mirá qué bien! Para que sepas Horacio en Bs.As. serán las siete,  pero acá en Roma son las tres, pedazo de gil.

            –Y…viste piba “ya sé que estoy piantao, piantao, piantao”–  Me canta, sacándome una sonrisa.  Inmediatamente se pone serio.

– Bueno, ya está, ¿cómo estás?

            –Llevándola, me imagino que te enteraste y por eso me llamás.

            –Y sí,  vos sabes que con Astor no tenemos secretos. ¿Necesitás algo?.

            –No, nada, tiempo solamente, en unas horas sale mi vuelo.  Acá ya no tengo nada que hacer, además Italia en Setiembre es triste, muy triste  y la primavera está en Bs.As.  –digo como si quisiera convencerme a mí misma de que allá  voy a estar mejor. 

            –Me alegro de que vuelvas, cuando estés  ubicada  llamáme que hay un montón de presentaciones para hacer. Balada para un loco  sigue pegando mucho, cada vez más 

            –Bueno. ¿Hablaste con Astor?, ¿cómo está?  –Pregunto ansiosa.

            –Bien, bien,  dentro de lo que da la situación. Quedáte tranquila. Metió todas las pilas en la grabación de “Summit”  con Gerry  Mulligan  y el éxito de “Libertango” lo levantó un poco.  Ya va a salir, necesita tiempo.

            –Los dos sabíamos antes de venir a Italia que la cosa no iba a funcionar. No pude dejarlo solo después del infarto. Pero ya no va más. 

            –Ya lo sé. No tenés nada que explicar ni justificar. A veces con el amor solo no alcanza. Cuídate,  los quiero mucho a los dos  –Se despide

–Chau.

            Cuelgo.  Inevitablemente te pienso, mientras los primeros acordes de  “Tristango” empiezan a sonar.

            Nunca hubo ni habrá, para este momento un tango tuyo mejor. 

12/11/12


He recibo el siguiente mail, notificando la lista de ganadores del Concurso de Pinamar

CONCURSO LITERARIO DE CUENTO CORTO

 

Un marplatense, una porteña y una pinamarense premiados en el Concurso.

 

El Concurso Literario de Cuento Corto organizado por la Peña de Escritores Pinamarenses ya tiene sus ganadores. El Jurado, que funcionó bajo la supervisión de la artista plástica Beatriz Orosco que actuó en calidad de “veedora”, estuvo integrado por el Director de Cultura Municipal Jorge Esperón, el periodista Eduardo Rodríguez Paz, y los escritores Hugo Nogueira, César Benedettelli y Luis María Aller Atucha.

 

De los 86 trabajos presentados en la Categoría Adultos, pasaron a la ronda final 12 cuentos. De entre ellos, el Jurado en una reunión llevada a cabo en el Taller de Beatriz Orosco en día 8 de noviembre premió a los siguientes:

 

Primer Premio  para Oscar Ricardo Ruiz, de  Mar del Plata por el cuento “El viejo”

Segundo Premio  para Elena Morán de Olenka, de Capital Federal, por el cuento “La malquerida”.

Tercer Premio  para Alcira Victoria Muraña, de Pinamar, por el cuento “Qué piensa Bracamonte mientras camina”.

 

Los que compitieron en la ronda final, que recibirán Diploma acreditando que arribaron hasta esa instancia del Concurso, fueron: Eduardo Huergo de Pinamar por “Un cuento de Borges”; Marina Carrasco, de Villa Gesell por “Hoy no es buen día para morir”, Melisa Safronchik de Capital Federal por “Su majestad la rata”; Mónica Caldiz de Pinamar por “El destino de un zapato”; Alicia Danesino de Capital Federal por “Un Quijote en Buenos Aires”; Marcelo Luján Chanes de Pinamar por “Escritos en el café”; Nemesio Martín Román, de Trenque Lauquen por “Reencuentro”; Oscar Bach de Villa Tesei por “Culpa” y María Teresa Conti de Mar del Plata por Pirincho”.

 

Los cuentos premiados, acompañados por otros seleccionados por el Jurado, serán publicados en la Serie “Anticipos” de la Peña de Escritores Pinamarenses.

 

En la Categoría Menores de 18 años resultaron premiados:

Primer Premio (Diploma y biblioteca de mesa con libros de escritores de la Peña y de autores latinoamericanos)  para Julieta Llamazares, de La Plata, por su cuento “Como salir de la rutina”.

Segundo Premio (Diploma y biblioteca de mesa con libros de escritores de la Peña y de autores latinoamericanos)  para Verónica López,  de Pinamar, por “La pesadilla”.

Primera Mención (Diploma) para María Daniela Loueiras Compitelli de Capital Federal por el cuento “El último ocaso”.

Segunda Mención (Diploma) para Martina Victoria Pellittteri de la ciudad de 9 de Julio, por el cuento “El robo”.

Tercera Mención (Diploma) para Martín Alejandro Ferreira Martins, de Pinamar, por el cuento “El eterno vividor”.

 

Dado que se recibieron 65 cuento pertenecientes a niños de escuela primaria, se estableció la categoría “Infantil”. Todos los participantes recibirán un Diploma que acredite que participaron del Concurso y los mejores cuentos serán publicados en la Serie “Anticipos” de la Peña de Escritores.

 

Además de Pinamar, que llegaron 26 trabajos de concursantes adultos, se recibieron cuentos de Gral. Madariaga, Mar del Plata, La Plata, Capital Federal, Villa Gesell, 9 de Julio, Trenque Lauquen, San Antonio de Areco,  Gral. Lavalle, Caseros, Villa Tesei y, aunque el concurso era para Pcia. de Buenos Aires y Capital Federal, llegó un cuento de Santa Fe y otro de Córdoba.

 

El Concurso contó con el auspicio de empresas y comercios locales, que hicieron su aporte en dinero para solventar los premios y los gastos de organización y difusión. La ceremonia de premiación tendrá lugar la primera semana de diciembre en un prestigioso hotel de nuestra ciudad.

 

Contacto de prensa

LUIS MARIA ALER ATUCHA

40-4752

1er. PUESTO Concurso Cuento breve PEÑA DE ESCRITORES PINAMARENSESña de Escritores Pinamarenses

Mi cuento "El Viejo" sigue dándome grandes satisfacciones. Gano el Primer Puesto en el concurso de cuento breve organizado por la Peña de Escritores Pinamarenses.

26/10/12

Premio Consejo Municipal de Cultura

Acabo de recibir la 2da. mención en el 1er. concurso organizado por el Consejo Municipal de Cultura y la Mutual de Trabajadores Municipales del Partido de General Pueyrredón .
Muchas Gracias al Consejo y al Jurado. Un honor

18/10/12

Algunas veces pienso que la  mediocridad  en nuestras vidas comienza el día que aceptamos  como una opción valida el :  "me quedo con el menos malo"

15/10/12

Adhesión a la 8va. Feria del Libro

En esta 8va. feria del Libro en Mar del Plata, que se llevará a cabo a partir del 9 de Noviembre,  en el Stand de Editorial Martin, se entregarán sin cargo , textos de escritores marplatenses.
Les dejo la tapa del mío. Se encontrarán dentro con dos textos  :  La Calesita de sus días y Alas de Tango
 

7/10/12

Mención de honor en Junín País 2012

En el día de hoy  me acaban de anunciar  vía mail, que mi cuento "El Viejo" presentado  en el Undécimo Certamen Internacional de Cuento y Poesía JUNINPAIS2012.  Ha sido preseleccionado entre 822 obras y merecedor de MENCION DE HONOR, y continúa en concurso por los primeros premios.  Una Gran alegría.

20/9/12

LA AVISPA Nro. 55

Ya esta en la calle la Revista Literaria de Mar del Plata, " La Avispa" en su numero 55.  Se las recomiendo , una revista  con excelente material,  hecha por gente de Mar del Plata, desde hace ya mas de diez años. Todo un  logro para destacar . En esta Argentina, que sufrimos cotidianamente, poner en la calle 55 numeros de una revista  de mas de 200 paginas SIN PUBLICIDAD  y dedicada a la cultura y las artes, sin dudas NO ES POCA COSA .
Encontraran poesia, narrativa, reportajes, humor, cine. y mucho mas .
Se las recomiendo

25/8/12

Letras Hermanadas - DOMINGO

Hace un tiempito nomás, gracias a las redes sociales,  me encontré virtualmente,  con una compatriota radicada en México desde el 2008 - Paula Ithurbide -   que   también despunta este hermoso vicio de escribir.  Inspirado en un relato / poesía de ella, hice uno hermano.
Les dejo el par de textos  hermanados, y también el link de ella, que vale la pena visitar y descargar gratuitamente  sus libros de relatos, cuentos y poesías . Abrazos a todos. 

DOMINGO

                                                                               Bajo el ala inspiradora de Paula Ithurbide

Madrugón de ganas. Limpieza apurada. Astillas, descendientes de nobles cajones. Bollitos de diarios. Quebracho y piquillín. Lenguas que queman, hipnotismo del fuego, brasas con humo amistoso. Corridas de ropa colgada. Griterío. Encuentros.  Abrazos. Besos en las mejillas. Cinco platos de madera. Descansan los cuchillos obreros a la sombra del cajón : hoy trabajan los facones pitucos. Rúcula, con parmesano fresco en hebras. Zanahoria rayada. Huevos duros. Mástiles de grisines y montañitas de mignones. Una panera nueva. Dos caballetes. Un tablón laqueado con más esfuerzo que oficio. Una guarda de hojas secas pegadas a la madera, otoño de cuatro estaciones. Paleta de pintor, la parrilla colmada . Amarillo, verde, rojo, blanco. Banderas inmigrantes en los morrones asados y las bruschetas tibias. Tomate. Albahaca. Chorizos. Morcillas, Ying y Yang, tan criollo como una  zamba.  Delantal para “el aplauso al mejor asador del mundo”. Las copas grandes siempre llenas. Abundante malbec Luján de Cuyo. Rojas cerezas oscuras. Canela. Vainilla. Redondos taninos. Aristocráticos.  La risa franca por las alegrías intimas. Algunas veces viene de visita la Negra Sosa, otras  el chango Spasiuk,  Louis Amstrong, Ray Charles o Esteban Morgado. Un libro abierto, siempre a medio leer, abandonado hasta la noche. ¡Llegan los invitados!. Dos postres caseros. La campana llama a comer. Olor a domingo. Sabor de domingo.  

Oscar Ruiz


Los invito a leer, el texto "hermanado" de Paula , y recorrer sus  libros de relatos , cuentos y poesías .  Valen la pena .

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Información de contacto

14/8/12

Eric Calpton


Navegando por detrás del sol
Esperando a mi princesa venir
Orando por la lluvia de curación
Para restaurar mi alma de nuevo
Sólo la punta de un harapo en mi recorrido
¿Cómo llegó aqui? ¿ Qué he hecho?
¿Cuándo surgirán todas mis esperanzas? ¿Cómo lo sabré?

Cuando miro en los ojos de mi padre. Los ojos de mi padre 
Cuando miro en los ojos de mi padre. Los ojos de mi padre

Entonces la luz comienza a brillar
y escucho aquellas antiguas canciones de cuna
y mientras observo esta semilla crecer
siento que mi corazón comienza a desbordarse
¿Dónde puedo encontar las palabras para expresar?
¿Cómo lo enseño?
¿Qué apostamos?
Poco a poco me he dado cuenta
Es ahí cuando los necesito
Ahí es cuando necesito los ojos de mi padre
Los ojos de mi padre. Ahí es cuando necesito los ojos de mi padre
Los ojos de mi padre

Entonces el borde áspero aparece
a través de las distantes nubes de lágrimas
soy como un puente que fue arrasado
Mis cimientos fueron hechos de arcilla
Mientras mi alma se desliza hacia abajo hasta morir

¿Cómo podría perderlo?
¿Qué es lo que intento?
Poco a poco, me he dado cuenta
Que él estaba aquí conmigo
Que mire dentro de los ojos de mi padre

Los ojos de mi padre. Los ojos de mi padre

31/7/12

LA INSOPORTABLE COMPULSIÓN DEL FACEBOOK


Al fin llegó el día esperado. Temprano, lo primero que hizo fue correrse hasta la casa del vecino de enfrente  —el más confiable de toda la cuadra—. Le dejó una copia de la llave de su casa,  la clave de seguridad de la alarma y le encargó  “ Cachito, pegame una mirada, prendeme la luz del frente y alguna otra , así parece que hay gente viviendo” .  Después se fue hasta lo de su tía, esta vez,  con la copia de la llave y la clave de seguridad, le dijo : “Tía, andate a la mañana a casa,  levantate las cortinas y apagá las luces”.   A la señora que limpia, le pidió que de todas formas, aunque ellos no estén, dos veces por semana baldee la vereda y haga algo de movimiento por afuera, siempre para que los potenciales ladrones piensen que la casa está habitada.   Después de almorzar, avisó a la central que monitorea la alarma,  que  estaría ausente por una semana, y les dejó el  número telefónico de un amigo de su confianza  —por cualquier cosa que pasara—.  Metió el auto en el garaje y cargó las valijas y bolsos. Por supuesto para que los vecinos o los extraños, no vieran el movimiento y se dieran cuenta que se estaban yendo de viaje. Después las llevó hasta lo de su suegra, donde las dejó para volver a su casa, ya mucho más tranquilo. Antes de salir  verificó por última vez  que las ventanas, la llave de gas y la reja del fondo, estuvieran bien cerradas, se metió los dólares para el viaje en el bolsillito con cierre  que su mujer le había cosido al calzoncillo  tomó los pasajes, el pasaporte  y ahora sí, al fin,  llamó al remís. Le indicó al remisero la dirección de la casa de su suegra, y hacia allá fueron los tres:  él, su mujer y su hija. Retiraron las valijas que había dejado por la mañana y siguieron hasta la terminal de Tienda León para tomar el micro que los llevaría a esas tan ansiadas vacaciones de una semana “All Inclusive” en el Caribe.

A las ocho  horas,  en Ezeiza, tomó una foto con su Blackberry  y  la subió a  su muro de Facebook.  En ella estaban todos muy sonrientes. Debajo en el epígrafe  decía  “En el pre-embarque”.  Muchos de sus  cuatrocientos cincuenta y ocho “amigos”,  cliquearon “Me gusta”,  seis o siete preguntaron  dónde se iba de viaje, todos les desearon felices vacaciones. Los ladrones  no pusieron nada, solamente  tomaron debida nota de la situación.


24/7/12

GRACIAS AL VIENTO




 A pesar de los gritos que pego la Matilde, poco, muy poco, es lo que pudo entender Alberto. El sueño pesado por el cansancio y el vino barato,  no dejan mucha alternativa.  Muy poco, apenas algunas  frases como  ¡Se nos viene el viento! Los chicos Alberto  ¡ Agarrá los chicos! .
 Eso sí, cuando una ráfaga huracanada se les llevó la mitad de la casilla, el frÍo y la lluvia sumado al vozarrón de ella,  fue  suficiente para despabilarlo.
Aunque el viento hubiese sido más débil, el chaperio no hubiera resistido. Estaba agarrado apenas con algunos clavos oxidados,  y los tirantes  podridos no ofrecían ninguna resistencia. Igual que ellos.  Pero esta noche el viento no es más débil, esta noche es más bravo que otras noches, como que no descansa. Se las agarra  con las chapas, las levanta bien alto, las  deja caer y que se doblen todas, sin esfuerzo, jugando. Como qué dejo de ser nuestro  amigo.
En la oscuridad, la Matilde con ordenes cortas , organiza la retirada del rancho. Alberto lo saca en brazos a Jonathan,  la Matilde se carga  a Brian, el más chiquito y a Mati se lo lleva la Julieta.
¡Dale Alberto dale!  — grita la Matilde —  La puta madre, te dije antes de prender el brasero que el viento  iba a hacer desbordar el arroyo.
Tenía razón, más de cuatro  horas de lluvia y viento del sur, hicieron su trabajo.
La porquería de las fábricas y la mierda de las cloacas se mezcla con  la tierra. Puro barro. Resbaloso y difícil para estar en pie. El viento no amaina . Sacude las ramas de los  sauces de una manera que dá miedo.
Los dos  llevan los chicos a un claro lejos del bajo, cerca de la ruta, después vuelven  al rancho a tratar de sacar algunas cosas.  Alberto agarra su bicicleta, dos almohadas y algo de ropa. La Matilde sale con una bolsa con pan y las frazadas. Todo lo demás es ofrenda  para el viento o la correntada.  
En un rato nos juntamos unos cincuenta, iguales, mojados y  asustados, somos como una masa sin rostro ni nombre. Sombras. Sombras surcadas por el viento.  Ese viento que siempre fue  amigo, que se llevaba los olores de la quema, o enfriaba las chapas del rancho en enero. Hasta hoy. Esta noche nos castigó como nunca, desconociéndonos.
Ninguno habla. No hay qué decir.  Esperamos, con los pocos cacharros que rescatamos,  los camiones de Defensa Civil o de la Muni.  Desde acá, podemos ver,  a duras penas,  como el agua entra en el rancherío y saca los colchones al barro.  Cuando volvamos  los pongo a secar, me dice Alberto, por ahí si tenemos suerte Servicios Sociales nos dá alguno  nuevo.  El frio  nos pega duro. Mojados peor.
La ciudad  anda con ganas de amanecer. Desde la ruta se ve clarito como se  apagan las luces. Primero,  llega la tele, pero nadie se baja del auto,  hasta que no llegan los funcionarios de la Muni.  Antes de dejarnos subir al camión, eligen al viejo Suarez, a Yesica y los pibes para filmarlos y sacarles fotos para el diario. Todos ellos con capas y botas Pampero, nuevitas. Amarillo rabioso. Los demás, marrón tierra empapada.
Después de esperar un rato,  arrancamos para el Estadio, o algún colegio grande. ¡Que importa dónde vamos si cualquier lugar es mejor que este!  Esta noche Alberto y los suyos van a comer y dormir calientes. Gracias al viento. Y eso no es tan malo