Acá estoy escribiendo, bastante temprano, este último
domingo del 2012, a solo un día de fin de año. Terminándolo quizás como lo comencé,
aunque ya no recuerdo, quizás también lo empecé escribiendo. Forzándome, obligándome
a no hacer un balance del año, asunto que teniendo en cuenta mi
personalidad, se torna casi inevitable. Con proyectos, a medio
terminar, en movimiento. Otros que aún no se han comenzado siquiera a materializar
y siguen dando vueltas por mi cabeza, esperando el momento adecuado para ver la
luz. Hubo mucho escrito, mucho aprendido, premios, partidas, halagos, dolores, crecimiento, vida, sólo vida. ¡Qué más!.
Año movilizado, muy movilizado, pero bueno. Que el que viene traiga lo mejor
para todos y cada uno.
Escribimos y materializamos los pensamientos en palabras. Transformamos lo abstracto en material, lo fantástico en creíble. Nos desapegamos de nuestros sentimientos. Pero, ¿es para siempre?
Oscar R. Ruiz
(en algún lugar tengo que poner y mostrar lo que escribo. Hasta ahora, no encontré uno mejor que éste)
El blog de Oscar Ruiz
El blog de Oscar Ruiz
30/12/12
9/12/12
reportaje
Gracias a la gente de FM Carilo 104.3 y a Juan Luis Demarchi por el reportaje http://pinamarnoticias24hs.blogspot.com.ar/2012/12/oscar-ricardo-ruiz-ganador-del-concurso.html#links
8/12/12
22/11/12
Tiempo de tango, tiempo de angeles - ALAS DE TANGO -
Se acerca Diciembre, se acerca el tiempo de angeles ... se acercan los cuentos
ALAS DE TANGO (*)
" Alas de tango llenaban de luna la penunbra
y en un brindis de champagne la sala fue quedando a oscuras
el dia que se baile tango en las calles del amor
cara a cara, ojos cerrados, corazon a corazon "
Alas de Tango – M.Gurevich y Scherman
Un
día te animaste. Tomaste valor y le pediste al Padre de todos, como si fuera lo
más común del mundo.
–¡ Padre! , Quiero bajar a
Buenos Aires . Quiero aprender a bailar
tango.
Y
Él, ante tu asombro dijo que sí. Con su
generosidad no había otra respuesta posible. A pesar del dolor por dejarte ir ,
a vos; uno de sus ángeles predilectos.
Llegaste
una madrugada a Buenos Aires para
recalar en cualquier barrio porteño,
donde salones de baile hay de a dos por cuadra, y empezaste a aprender. Tímidos los primeros pasos como
palotes. Después las figuras vinieron y se vio a lo lejos que habías nacido
para el tango. En las clases las mujeres se peleaban en voz baja para bailar
con vos. Decían que tus pies se movían como si estuvieran separados del piso y
tu marca era tan varonil, pero tan suave al mismo tiempo, que segundos antes de
indicarles el giro, ellas sabían dónde
tenían que ir, o cuando detenerse y flotar en un compás de violín que se les
hacia interminable.
Al
tiempo llegó la noche de tu primera milonga. Nervioso como si fueras cualquier
mortal, te pusiste la mejor colonia que encontraste -aunque no la necesitabas-
y lustraste los zapatos de baile por
cuarta vez. Entraste al salón sintiendo
las miradas de todos sobre tu espalda.
La música inundaba el ambiente y en la penumbra de la pista se
veían algunas parejas bailar, mientras
Pugliese y “Yuyo Verde” se juntaban magistralmente.
No
esperaste mucho, la ansiedad te devoraba, cabeceaste a la primera mujer que viste y al dar los dos primeros pasos en la pista, se acabó
tu miedo. Sentías que las notas y acordes de ese tango que bailabas
construían una alfombra donde te deslizabas con placer y alegría, mientras la música entraba en tu cuerpo
angelical poro a poro. Al rato, como si
estuvieras en la escuela de tango, las mujeres hacían cola para bailar con vos,
y los hombres, ¡los hombres! con envidia oculta y en silencio te miraban de
reojo, admirando tu
apostura, tu elegancia y garbo .
Hasta
que ella llegó a tu lado. Frágil, menuda, pelo negro, piel pálida. Simplemente
te estremeciste al poner tu mano en su espalda, mirarte en sus ojos y percibir
su leve temblor, en una sensación que hasta ese momento era desconocida por
vos. Las primeras notas sonaron. Se congeló el
tiempo, los cuerpos se tensaron y en un acorde inesperado de bandoneón
diste la orden inclinándote hacia adelante para dar el primer paso, y a
partir de ése surgieron un
torbellino de giros, cadenas,
sacadas, ganchos, ochos, boleos y molinetes que se sucedían uno tras otro en una sintonía
perfecta. Era como si siempre hubiesen sido uno y nacidos para bailar.
Estabas
bailando tango. La emoción te embargó de tal manera que sin control alguno de
vos mismo te entregaste a la música, la sensualidad del momento y a esa mujer
desconocida y terrena que tenías entre
tus brazos.
Tus
alas, entonces, se liberaron de los elásticos que las sujetaban y rompiendo la
ropa se desplegaron blancas, inmensas, magníficas, buscando aire y cielo, para dejar a la vista de todos
tu verdad de ángel.
A
los pocos minutos, - como las flores del cardón, efímeras y hermosas – se
despegaron de tu espalda para caer al piso, dejándote aún aferrado a la cintura
de esa mujer, de la cual te enamoraste.
Absolutamente desamparado.
Como
si fueras el primer hombre de la tierra.
(*) Este cuento obtuvo la 2da. Mención de Honor en cuento en el 1er. Certamen del Consejo Municipal de Cultura - Mutual de Trabajadores Municipales del Partido de Gral. Pueyrredón
(*) Este cuento obtuvo la 2da. Mención de Honor en cuento en el 1er. Certamen del Consejo Municipal de Cultura - Mutual de Trabajadores Municipales del Partido de Gral. Pueyrredón
20/11/12
16/11/12
Pequeña historia de un cuento corto - BALADA PARA ASTOR
Una tarde de sábado de Julio del 2011, mientras trataba de escribir algo
coherente en casa, revisaba mi carpeta de apuntes, ideas y algunos párrafos escritos.
Mientras tanto me llenaba el alma y los oidos deleitandome con la musica de Astor Piazzola
De golpe y por esas
rarezas de la cabeza, se me ocurrio pensar como habría sido la separación
de Astor con Amalita Baltar. Fue la epoca en que los dos estaban en Italia, Astor habia grabado Libertango y tambien el tremendo CD con Gerry Muligan.
Las 5 primeras frases las tenia escritas, desde hacia mas de
un año, pero aun no tenia historia. De allí
en mas fue simple, solo tuve que juntar
ambas cosas y quedo este cuento hecho con respeto y admiración a esos dos
tremendos artistas.
BALADA PARA ASTOR
Me
despierto sobresaltada, tarde muy tarde, serán las tres o las cuatro, no lo sé
a ciencia cierta. Giro mi brazo derecho instintivamente para tocarte y encuentro
el abismo de las sábanas vacías. Tomo conciencia de que te fuiste. Desde
la cocina, el zumbido apagado de la
heladera interrumpe de a ratos el
silencio de la casa. Otra noche más sin
poder dormir. Me sale el incendio desde el estómago que me hace retorcer de
dolor.
Me
levantoMe paroBajo las escalerasVoy a la cocinaTomo aguaMiro por la ventanaVoy
al bañoCamino hasta el livingPrendo la
teleLa apagoAgarro un puchoTomo antiácidoEl incendio no paraVoy y vengo de la
nada al vacío. fuuu. Respiro hondo. Una, dos, tres veces. El reloj
canta las tres.
Abro
la ventana y la noche me pega fuerte en la cara. Tranquilidad. Silencio. Solo se ve la luz de
la esquina, es la hora que me gusta, prendo la hornalla, pongo la pava para
hacerme unos mates -a pesar de la acidez-
ya resignada a no dormir más,
mientras tanto pienso en nada, en vos,
en mí, en mi vida, la familia, los amigos, lo que quiero, lo que no pudo ser.
“Primero
hay que saber sufrir, después amar, después partir y al fin andar sin pensamiento”.
–Qué Impresionante este tipo Expósito, dieciséis años y escribiendo así, qué
impresionante. Sus versos me dan vuelta en la cabeza. No me los
puedo sacar. Tarareo bajito. Me dan unas
ganas tremendas de escuchar un tango tuyo, –el último tango tuyo en Italia-
pero es muy tarde y los vecinos se van a cabrear. Me las aguanto, hoy no
estoy para peleas.
Desde
la ventana veo la Piazza Navona y el
obelisco egipcio de la Fontana dei Quattro Fiumi y
otra vez -como siempre- me hago la ilusión de que estoy mirando desde
lejos la avenida Corrientes y mi amado Obelisco, pero es tan distinto. La
acidez me ataca en oleadas.
––¡Má
sí, yo lo escucho, que se jodan los vecinos, total no me ven más!
–suelto en un alarde de egoísmo vecinal poco común en mí.
Tomo
un disco de la pila y lo pongo en el tocadiscos. Los primeros acordes de
bandoneón de Amelitango suenan con toda su potencia. Es tu regalo, es mi
despedida.
El
teléfono me asusta:
–¡Hola!.
–¡Amalita!...querida, ¿cómo estás?–
, me contesta una voz que reconozco
inmediatamente.
–¡Ferrer!... ¿qué hacés llamándome a esta
hora?.
–A esta hora ¿qué? – me dice como si
fuera lo más natural del mundo– si son las siete de la matina y me estoy yendo a apoliyar .
–¡Ah sí, mirá qué bien! Para que
sepas Horacio en Bs.As. serán las siete,
pero acá en Roma son las tres, pedazo de gil.
–Y…viste piba “ya sé que estoy piantao,
piantao, piantao”– Me canta, sacándome
una sonrisa. Inmediatamente se pone
serio.
–
Bueno, ya está, ¿cómo estás?
–Llevándola, me imagino que te
enteraste y por eso me llamás.
–Y sí, vos sabes que con Astor no tenemos secretos.
¿Necesitás algo?.
–No, nada, tiempo solamente, en unas
horas sale mi vuelo. Acá ya no tengo
nada que hacer, además Italia en Setiembre es triste, muy triste y la primavera está en Bs.As. –digo como si quisiera convencerme a mí misma
de que allá voy a estar mejor.
–Me alegro de que vuelvas, cuando
estés ubicada llamáme que hay un montón de presentaciones
para hacer. Balada para un loco sigue
pegando mucho, cada vez más
–Bueno. ¿Hablaste con Astor?, ¿cómo
está? –Pregunto ansiosa.
–Bien, bien, dentro de lo que da la situación. Quedáte
tranquila. Metió todas las pilas en la grabación de “Summit” con Gerry
Mulligan y el éxito de
“Libertango” lo levantó un poco. Ya va a
salir, necesita tiempo.
–Los dos sabíamos antes de venir a
Italia que la cosa no iba a funcionar. No pude dejarlo solo después del
infarto. Pero ya no va más.
–Ya lo sé. No tenés nada que
explicar ni justificar. A veces con el amor solo no alcanza. Cuídate, los quiero mucho a los dos –Se despide
–Chau.
Cuelgo. Inevitablemente te pienso, mientras los
primeros acordes de “Tristango” empiezan
a sonar.
Nunca
hubo ni habrá, para este momento un tango tuyo mejor.
12/11/12
He recibo el siguiente mail, notificando la lista de ganadores del Concurso de Pinamar
CONCURSO LITERARIO DE CUENTO CORTO
Un marplatense, una porteña y una pinamarense
premiados en el Concurso.
El Concurso Literario de Cuento Corto
organizado por la Peña
de Escritores Pinamarenses ya tiene sus ganadores. El Jurado, que funcionó bajo
la supervisión de la artista plástica Beatriz Orosco que actuó en calidad de “veedora”,
estuvo integrado por el Director de Cultura Municipal Jorge Esperón, el
periodista Eduardo Rodríguez Paz, y los escritores Hugo Nogueira, César
Benedettelli y Luis María Aller Atucha.
De los 86 trabajos presentados en la Categoría Adultos ,
pasaron a la ronda final 12 cuentos. De entre ellos, el Jurado en una reunión
llevada a cabo en el Taller de Beatriz Orosco en día 8 de noviembre premió a
los siguientes:
Primer
Premio para Oscar Ricardo Ruiz,
de Mar del Plata por el cuento “El
viejo”
Segundo
Premio para Elena Morán de Olenka,
de Capital Federal, por el cuento “La malquerida”.
Tercer
Premio para Alcira Victoria Muraña,
de Pinamar, por el cuento “Qué piensa Bracamonte mientras camina”.
Los que compitieron en la ronda final, que
recibirán Diploma acreditando que arribaron hasta esa instancia del Concurso,
fueron: Eduardo Huergo de Pinamar por “Un cuento de Borges”; Marina Carrasco,
de Villa Gesell por “Hoy no es buen día para morir”, Melisa Safronchik de
Capital Federal por “Su majestad la rata”; Mónica Caldiz de Pinamar por “El
destino de un zapato”; Alicia Danesino de Capital Federal por “Un Quijote en
Buenos Aires”; Marcelo Luján Chanes de Pinamar por “Escritos en el café”;
Nemesio Martín Román, de Trenque Lauquen por “Reencuentro”; Oscar Bach de Villa
Tesei por “Culpa” y María Teresa Conti de Mar del Plata por Pirincho”.
Los cuentos premiados, acompañados por otros seleccionados
por el Jurado, serán publicados en la
Serie “Anticipos” de la Peña de Escritores Pinamarenses.
En la Categoría Menores
de 18 años resultaron premiados:
Primer
Premio (Diploma y biblioteca de mesa con libros de
escritores de la Peña
y de autores latinoamericanos) para
Julieta Llamazares, de La Plata ,
por su cuento “Como salir de la rutina”.
Segundo
Premio (Diploma y biblioteca de mesa con libros de
escritores de la Peña
y de autores latinoamericanos) para
Verónica López, de Pinamar, por “La pesadilla”.
Primera
Mención (Diploma) para María Daniela Loueiras
Compitelli de Capital Federal por el cuento “El último ocaso”.
Segunda
Mención (Diploma) para Martina Victoria Pellittteri de
la ciudad de 9 de Julio, por el cuento “El robo”.
Tercera
Mención (Diploma) para Martín Alejandro Ferreira
Martins, de Pinamar, por el cuento “El eterno vividor”.
Dado que se recibieron 65 cuento
pertenecientes a niños de escuela primaria, se estableció la categoría
“Infantil”. Todos los participantes recibirán un Diploma que acredite que
participaron del Concurso y los mejores cuentos serán publicados en la Serie “Anticipos” de la Peña de Escritores.
Además de Pinamar, que llegaron 26 trabajos de
concursantes adultos, se recibieron cuentos de Gral. Madariaga, Mar del Plata, La Plata , Capital Federal,
Villa Gesell, 9 de Julio, Trenque Lauquen, San Antonio de Areco, Gral. Lavalle, Caseros, Villa Tesei y, aunque
el concurso era para Pcia. de Buenos Aires y Capital Federal, llegó un cuento
de Santa Fe y otro de Córdoba.
El Concurso contó con el auspicio de empresas
y comercios locales, que hicieron su aporte en dinero para solventar los
premios y los gastos de organización y difusión. La ceremonia de premiación
tendrá lugar la primera semana de diciembre en un prestigioso hotel de nuestra
ciudad.
Contacto
de prensa
LUIS
MARIA ALER ATUCHA
40-4752
1er. PUESTO Concurso Cuento breve PEÑA DE ESCRITORES PINAMARENSESña de Escritores Pinamarenses
Mi cuento "El Viejo" sigue dándome grandes
satisfacciones. Gano el Primer Puesto en el concurso de cuento breve
organizado por la Peña de Escritores Pinamarenses.
6/11/12
30/10/12
26/10/12
Premio Consejo Municipal de Cultura
Acabo de recibir la 2da. mención en el 1er. concurso organizado por el Consejo Municipal de Cultura y la Mutual de Trabajadores Municipales del Partido de General Pueyrredón .
Muchas Gracias al Consejo y al Jurado. Un honor
Muchas Gracias al Consejo y al Jurado. Un honor
18/10/12
15/10/12
Adhesión a la 8va. Feria del Libro
En esta 8va. feria del Libro en Mar del Plata, que se llevará a cabo a partir del 9 de Noviembre, en el Stand de Editorial Martin, se entregarán sin cargo , textos de escritores marplatenses.
Les dejo la tapa del mío. Se encontrarán dentro con dos textos : La Calesita de sus días y Alas de Tango
Les dejo la tapa del mío. Se encontrarán dentro con dos textos : La Calesita de sus días y Alas de Tango
7/10/12
Mención de honor en Junín País 2012
En el día de hoy me acaban de anunciar vía mail, que mi cuento "El Viejo" presentado en el Undécimo Certamen Internacional de Cuento y Poesía JUNINPAIS2012. Ha sido preseleccionado entre 822 obras y merecedor de MENCION DE HONOR, y continúa en concurso por los primeros premios. Una Gran alegría.
23/9/12
20/9/12
LA AVISPA Nro. 55
Ya esta en la calle la Revista Literaria de Mar del Plata, " La Avispa" en su numero 55. Se las recomiendo , una revista con excelente material, hecha por gente de Mar del Plata, desde hace ya mas de diez años. Todo un logro para destacar . En esta Argentina, que sufrimos cotidianamente, poner en la calle 55 numeros de una revista de mas de 200 paginas SIN PUBLICIDAD y dedicada a la cultura y las artes, sin dudas NO ES POCA COSA .
Encontraran poesia, narrativa, reportajes, humor, cine. y mucho mas .
Se las recomiendo
Encontraran poesia, narrativa, reportajes, humor, cine. y mucho mas .
Se las recomiendo
18/9/12
25/8/12
Letras Hermanadas - DOMINGO
Hace un tiempito nomás, gracias a las redes sociales, me encontré virtualmente, con una compatriota radicada en México desde el 2008 - Paula Ithurbide - que también despunta este hermoso vicio de escribir. Inspirado en un relato / poesía de ella, hice uno hermano.
Les dejo el par de textos hermanados, y también el link de ella, que vale la pena visitar y descargar gratuitamente sus libros de relatos, cuentos y poesías . Abrazos a todos.
Madrugón de ganas. Limpieza apurada. Astillas, descendientes de nobles cajones. Bollitos de diarios. Quebracho y piquillín. Lenguas que queman, hipnotismo del fuego, brasas con humo amistoso. Corridas de ropa colgada. Griterío. Encuentros. Abrazos. Besos en las mejillas. Cinco platos de madera. Descansan los cuchillos obreros a la sombra del cajón : hoy trabajan los facones pitucos. Rúcula, con parmesano fresco en hebras. Zanahoria rayada. Huevos duros. Mástiles de grisines y montañitas de mignones. Una panera nueva. Dos caballetes. Un tablón laqueado con más esfuerzo que oficio. Una guarda de hojas secas pegadas a la madera, otoño de cuatro estaciones. Paleta de pintor, la parrilla colmada . Amarillo, verde, rojo, blanco. Banderas inmigrantes en los morrones asados y las bruschetas tibias. Tomate. Albahaca. Chorizos. Morcillas, Ying y Yang, tan criollo como una zamba. Delantal para “el aplauso al mejor asador del mundo”. Las copas grandes siempre llenas. Abundante malbec Luján de Cuyo. Rojas cerezas oscuras. Canela. Vainilla. Redondos taninos. Aristocráticos. La risa franca por las alegrías intimas. Algunas veces viene de visita la Negra Sosa, otras el chango Spasiuk, Louis Amstrong, Ray Charles o Esteban Morgado. Un libro abierto, siempre a medio leer, abandonado hasta la noche. ¡Llegan los invitados!. Dos postres caseros. La campana llama a comer. Olor a domingo. Sabor de domingo.
Oscar Ruiz
Los invito a leer, el texto "hermanado" de Paula , y recorrer sus libros de relatos , cuentos y poesías . Valen la pena .
.
Les dejo el par de textos hermanados, y también el link de ella, que vale la pena visitar y descargar gratuitamente sus libros de relatos, cuentos y poesías . Abrazos a todos.
DOMINGO
Bajo el ala inspiradora de Paula IthurbideMadrugón de ganas. Limpieza apurada. Astillas, descendientes de nobles cajones. Bollitos de diarios. Quebracho y piquillín. Lenguas que queman, hipnotismo del fuego, brasas con humo amistoso. Corridas de ropa colgada. Griterío. Encuentros. Abrazos. Besos en las mejillas. Cinco platos de madera. Descansan los cuchillos obreros a la sombra del cajón : hoy trabajan los facones pitucos. Rúcula, con parmesano fresco en hebras. Zanahoria rayada. Huevos duros. Mástiles de grisines y montañitas de mignones. Una panera nueva. Dos caballetes. Un tablón laqueado con más esfuerzo que oficio. Una guarda de hojas secas pegadas a la madera, otoño de cuatro estaciones. Paleta de pintor, la parrilla colmada . Amarillo, verde, rojo, blanco. Banderas inmigrantes en los morrones asados y las bruschetas tibias. Tomate. Albahaca. Chorizos. Morcillas, Ying y Yang, tan criollo como una zamba. Delantal para “el aplauso al mejor asador del mundo”. Las copas grandes siempre llenas. Abundante malbec Luján de Cuyo. Rojas cerezas oscuras. Canela. Vainilla. Redondos taninos. Aristocráticos. La risa franca por las alegrías intimas. Algunas veces viene de visita la Negra Sosa, otras el chango Spasiuk, Louis Amstrong, Ray Charles o Esteban Morgado. Un libro abierto, siempre a medio leer, abandonado hasta la noche. ¡Llegan los invitados!. Dos postres caseros. La campana llama a comer. Olor a domingo. Sabor de domingo.
Oscar Ruiz
Los invito a leer, el texto "hermanado" de Paula , y recorrer sus libros de relatos , cuentos y poesías . Valen la pena .
.
Información de contacto
Dirección | @PaulaIthurbide (Twitter) |
---|---|
Sitio web | |
http://facebook.com/ |
14/8/12
Eric Calpton
Navegando por detrás del sol
Esperando a mi princesa venir
Orando por la lluvia de curación
Para restaurar mi alma de nuevo
Sólo la punta de un harapo en mi recorrido
¿Cómo llegó aqui? ¿ Qué he hecho?
¿Cuándo surgirán todas mis esperanzas? ¿Cómo lo sabré?
Cuando miro en los ojos de mi padre. Los ojos de mi padre
Cuando miro en los ojos de mi padre. Los ojos de mi padre
Entonces la luz comienza a brillar
y escucho aquellas antiguas canciones de cuna
y mientras observo esta semilla crecer
siento que mi corazón comienza a desbordarse
¿Dónde puedo encontar las palabras para expresar?
¿Cómo lo enseño?
¿Qué apostamos?
Poco a poco me he dado cuenta
Es ahí cuando los necesito
Ahí es cuando necesito los ojos de mi padre
Los ojos de mi padre. Ahí es cuando necesito los ojos de mi padre
Los ojos de mi padre
Entonces el borde áspero aparece
a través de las distantes nubes de lágrimas
soy como un puente que fue arrasado
Mis cimientos fueron hechos de arcilla
Mientras mi alma se desliza hacia abajo hasta morir
¿Cómo podría perderlo?
¿Qué es lo que intento?
Poco a poco, me he dado cuenta
Que él estaba aquí conmigo
Que mire dentro de los ojos de mi padre
Los ojos de mi padre. Los ojos de mi padre
31/7/12
LA INSOPORTABLE COMPULSIÓN DEL FACEBOOK
Al
fin llegó el día esperado. Temprano, lo primero que hizo fue correrse hasta la
casa del vecino de enfrente —el más
confiable de toda la cuadra—. Le dejó una copia de la llave de su casa, la clave de seguridad de la alarma y le encargó
“ Cachito, pegame una mirada, prendeme la
luz del frente y alguna otra , así parece que hay gente viviendo” . Después se fue hasta lo de su tía, esta vez, con la copia de la llave y la clave de
seguridad, le dijo : “Tía, andate a la mañana a casa, levantate las cortinas y apagá las luces”. A la señora
que limpia, le pidió que de todas formas, aunque ellos no estén, dos veces por
semana baldee la vereda y haga algo de movimiento por afuera, siempre para que
los potenciales ladrones piensen que la casa está habitada. Después de almorzar, avisó a la central que
monitorea la alarma, que estaría ausente por una semana, y les dejó el
número telefónico de un amigo de su confianza
—por cualquier cosa que pasara—. Metió el auto en el garaje y cargó las valijas
y bolsos. Por supuesto para que los vecinos o los extraños, no vieran el
movimiento y se dieran cuenta que se estaban yendo de viaje. Después las llevó
hasta lo de su suegra, donde las dejó para volver a su casa, ya mucho más
tranquilo. Antes de salir verificó por
última vez que las ventanas, la llave de
gas y la reja del fondo, estuvieran bien cerradas, se metió los dólares para el
viaje en el bolsillito con cierre —que
su mujer le había cosido al calzoncillo— tomó los pasajes, el pasaporte y ahora sí, al fin, llamó al remís. Le indicó al remisero la
dirección de la casa de su suegra, y hacia allá fueron los tres: él, su mujer y su hija. Retiraron las valijas
que había dejado por la mañana y siguieron hasta la terminal de Tienda León para
tomar el micro que los llevaría a esas tan ansiadas vacaciones de una semana
“All Inclusive” en el Caribe.
A
las ocho horas, en Ezeiza, tomó una foto con su Blackberry y la
subió a su muro de Facebook. En ella estaban todos muy sonrientes. Debajo
en el epígrafe decía “En el pre-embarque”. Muchos de sus cuatrocientos cincuenta y ocho “amigos”, cliquearon “Me gusta”, seis o siete preguntaron dónde se iba de viaje, todos les desearon
felices vacaciones. Los ladrones no
pusieron nada, solamente tomaron debida nota
de la situación.
24/7/12
GRACIAS AL VIENTO
A pesar de los gritos que pego la Matilde, poco,
muy poco, es lo que pudo entender Alberto. El sueño pesado por el cansancio y
el vino barato, no dejan mucha alternativa.
Muy poco, apenas algunas frases como
¡Se nos viene el viento! Los chicos Alberto ¡ Agarrá los chicos! .
Eso sí, cuando una ráfaga huracanada se les
llevó la mitad de la casilla, el frÍo y la lluvia sumado al vozarrón de ella, fue
suficiente para despabilarlo.
Aunque el viento hubiese
sido más débil, el chaperio no hubiera resistido. Estaba agarrado apenas con algunos
clavos oxidados, y los tirantes podridos no ofrecían ninguna resistencia. Igual
que ellos. Pero esta noche el viento no
es más débil, esta noche es más bravo que otras noches, como que no descansa. Se
las agarra con las chapas, las levanta
bien alto, las deja caer y que se doblen
todas, sin esfuerzo, jugando. Como qué dejo de ser nuestro amigo.
En la oscuridad, la
Matilde con ordenes cortas , organiza la retirada del rancho. Alberto lo saca
en brazos a Jonathan, la Matilde se carga
a Brian, el más chiquito y a Mati se lo
lleva la Julieta.
¡Dale Alberto dale! — grita la Matilde — La puta madre, te dije antes de prender el
brasero que el viento iba a hacer desbordar
el arroyo.
Tenía razón, más de
cuatro horas de lluvia y viento del sur,
hicieron su trabajo.
La porquería de las fábricas
y la mierda de las cloacas se mezcla con la tierra. Puro barro. Resbaloso y difícil
para estar en pie. El viento no amaina . Sacude las ramas de los sauces de una manera que dá miedo.
Los dos llevan los chicos a un claro lejos del bajo, cerca
de la ruta, después vuelven al rancho a
tratar de sacar algunas cosas. Alberto agarra
su bicicleta, dos almohadas y algo de ropa. La Matilde sale con una bolsa con
pan y las frazadas. Todo lo demás es ofrenda para el viento o la correntada.
En un rato nos juntamos unos
cincuenta, iguales, mojados y asustados,
somos como una masa sin rostro ni nombre. Sombras. Sombras surcadas por el
viento. Ese viento que siempre fue amigo, que se llevaba los olores de la quema,
o enfriaba las chapas del rancho en enero. Hasta hoy. Esta noche nos castigó
como nunca, desconociéndonos.
Ninguno habla. No hay qué
decir. Esperamos, con los pocos
cacharros que rescatamos, los camiones
de Defensa Civil o de la Muni. Desde acá,
podemos ver, a duras penas, como el agua entra en el rancherío y saca los
colchones al barro. Cuando volvamos los pongo a secar, me dice Alberto, por ahí si
tenemos suerte Servicios Sociales nos dá alguno nuevo. El
frio nos pega duro. Mojados peor.
La ciudad anda con ganas de amanecer. Desde la ruta se
ve clarito como se apagan las luces. Primero,
llega la tele, pero nadie se baja del
auto, hasta que no llegan los
funcionarios de la Muni. Antes de
dejarnos subir al camión, eligen al viejo Suarez, a Yesica y los pibes para
filmarlos y sacarles fotos para el diario. Todos ellos con capas y botas
Pampero, nuevitas. Amarillo rabioso. Los demás, marrón tierra empapada.
Después de esperar un
rato, arrancamos para el Estadio, o
algún colegio grande. ¡Que importa dónde vamos si cualquier lugar es mejor que
este! Esta noche Alberto y los suyos van
a comer y dormir calientes. Gracias al viento. Y eso no es tan malo
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