Oscar R. Ruiz

(en algún lugar tengo que poner y mostrar lo que escribo. Hasta ahora, no encontré uno mejor que éste)

El blog de Oscar Ruiz

22/11/12

Tiempo de tango, tiempo de angeles - ALAS DE TANGO -

Se acerca Diciembre, se acerca el tiempo de angeles ...  se acercan los cuentos




ALAS DE TANGO     (*)
                                                                    

                         " Alas de tango llenaban de luna la penunbra

                             y en un brindis de champagne la sala fue quedando a oscuras
                              el dia que se baile tango en las calles del amor

                                cara a cara, ojos cerrados, corazon a corazon "      



Alas de Tango  – M.Gurevich y Scherman                                         


Un día te animaste. Tomaste valor y le pediste al Padre de todos, como si fuera lo más común del mundo.

–¡ Padre! , Quiero bajar a Buenos Aires . Quiero  aprender a bailar tango.

Y Él,  ante tu asombro dijo que sí. Con su generosidad no había otra respuesta posible. A pesar del dolor por dejarte ir , a vos;  uno de sus ángeles predilectos.

Llegaste una madrugada a Buenos Aires  para recalar en cualquier barrio porteño,  donde salones de baile hay de a dos por cuadra, y empezaste a  aprender. Tímidos los primeros pasos como palotes. Después las figuras vinieron y se vio a lo lejos que habías nacido para el tango. En las clases las mujeres se peleaban en voz baja para bailar con vos. Decían que tus pies se movían como si estuvieran separados del piso y tu marca era tan varonil, pero tan suave al mismo tiempo, que segundos antes de indicarles  el giro, ellas sabían dónde tenían que ir, o cuando detenerse y flotar en un compás de violín que se les hacia interminable.

Al tiempo llegó la noche de tu primera milonga. Nervioso como si fueras cualquier mortal, te pusiste la mejor colonia que encontraste -aunque no la necesitabas- y lustraste  los zapatos de baile por cuarta vez.  Entraste al salón sintiendo las miradas de todos sobre tu espalda.  La música inundaba el ambiente y en la penumbra de la pista se veían  algunas parejas bailar, mientras Pugliese y “Yuyo Verde” se juntaban magistralmente.

No esperaste mucho, la ansiedad te devoraba, cabeceaste  a la primera mujer  que viste y al dar  los dos primeros pasos en la pista, se acabó tu miedo. Sentías  que  las notas y acordes de ese tango que bailabas construían una alfombra donde te deslizabas con placer y alegría,  mientras la música entraba en tu cuerpo angelical poro a poro.  Al rato, como si estuvieras en la escuela de tango, las mujeres hacían cola para bailar con vos, y los hombres, ¡los hombres! con envidia oculta y en silencio te miraban de reojo,  admirando  tu  apostura, tu elegancia y garbo .  

Hasta que ella llegó a tu lado. Frágil, menuda, pelo negro, piel pálida. Simplemente te estremeciste al poner tu mano en su espalda, mirarte en sus ojos y percibir su leve temblor, en una sensación que hasta ese momento era desconocida por vos. Las primeras notas sonaron. Se congeló el  tiempo, los cuerpos se tensaron y en un acorde inesperado de bandoneón diste la orden inclinándote hacia adelante para dar el primer paso,  y a  partir de ése surgieron un  torbellino de giros, cadenas,  sacadas, ganchos, ochos, boleos y molinetes  que se sucedían uno tras otro en una sintonía perfecta. Era como si siempre hubiesen sido uno y nacidos para bailar.

Estabas bailando tango. La emoción te embargó de tal manera que sin control alguno de vos mismo te entregaste a la música, la sensualidad del momento y a esa mujer desconocida y terrena  que tenías entre tus brazos.

Tus alas, entonces, se liberaron de los elásticos que las sujetaban y rompiendo la ropa se desplegaron blancas, inmensas, magníficas, buscando  aire y cielo, para dejar a la vista de todos tu  verdad de ángel.

A los pocos minutos, - como las flores del cardón, efímeras y hermosas – se despegaron de tu espalda para caer al piso, dejándote aún aferrado a la cintura de esa mujer, de la cual te enamoraste.

 Absolutamente desamparado.

Como si fueras el primer hombre de la tierra.

(*)  Este cuento obtuvo la 2da. Mención de Honor en cuento en el 1er. Certamen del Consejo Municipal de Cultura - Mutual de Trabajadores Municipales del Partido de Gral. Pueyrredón 


16/11/12

Pequeña historia de un cuento corto - BALADA PARA ASTOR



Una tarde de sábado de Julio del  2011, mientras trataba de escribir algo coherente en casa, revisaba mi carpeta de apuntes, ideas y algunos párrafos escritos.  
Mientras tanto me llenaba el alma y los oidos deleitandome con la musica de Astor Piazzola
De golpe y por esas  rarezas de la cabeza, se me ocurrio pensar como habría sido la separación de Astor con Amalita Baltar. Fue la epoca en que los dos estaban en Italia, Astor habia grabado Libertango y tambien el tremendo CD con Gerry Muligan.
Las 5 primeras frases las tenia escritas, desde hacia mas de un año, pero  aun no tenia historia. De allí en mas fue simple, solo tuve que  juntar ambas cosas y quedo este cuento hecho con respeto y admiración a esos dos tremendos artistas.    



BALADA PARA ASTOR
           Me despierto sobresaltada, tarde muy tarde, serán las tres o las cuatro, no lo sé a ciencia cierta. Giro mi brazo derecho instintivamente para tocarte y  encuentro  el abismo de las sábanas vacías. Tomo conciencia de que te fuiste. Desde la  cocina, el zumbido apagado de la heladera  interrumpe de a ratos el silencio de la casa.  Otra noche más sin poder dormir. Me sale el incendio desde el estómago que me hace retorcer de dolor.

Me levantoMe paroBajo las escalerasVoy a la cocinaTomo aguaMiro por la ventanaVoy al bañoCamino hasta el  livingPrendo la teleLa apagoAgarro un puchoTomo antiácidoEl incendio no paraVoy y vengo de la nada al vacío.  fuuu.  Respiro hondo. Una, dos, tres veces. El reloj canta las tres. 

            Abro la ventana y la noche me pega fuerte en la cara.  Tranquilidad. Silencio. Solo se ve la luz de la esquina, es la hora que me gusta, prendo la hornalla, pongo la pava para hacerme unos mates -a pesar de la acidez-  ya resignada a no dormir  más, mientras  tanto pienso en nada, en vos, en mí,  en mi vida,  la familia, los amigos,  lo que quiero,  lo que no pudo ser.

            “Primero hay que saber sufrir, después amar, después partir y al fin andar sin pensamiento”. –Qué Impresionante este tipo Expósito, dieciséis años y escribiendo así, qué impresionante. Sus  versos  me dan vuelta en la cabeza. No me los puedo  sacar. Tarareo bajito.  Me dan unas  ganas tremendas de  escuchar  un tango tuyo, –el último tango tuyo en  Italia-  pero es muy tarde y los vecinos se van a cabrear. Me las aguanto, hoy no estoy para peleas.

Desde la ventana veo la Piazza Navona  y el obelisco egipcio de la Fontana dei Quattro Fiumi   y otra vez -como siempre- me hago la ilusión de que estoy mirando desde lejos  la avenida Corrientes  y mi amado Obelisco, pero es tan distinto. La acidez me ataca en oleadas.

––¡Má sí, yo lo escucho, que se jodan los vecinos, total no me ven  más!  –suelto en un alarde de egoísmo vecinal poco común en mí.  

Tomo un disco de la pila y lo pongo en el tocadiscos. Los primeros acordes de bandoneón de Amelitango  suenan  con toda su potencia. Es tu regalo, es mi despedida.    

            El teléfono me asusta:

            –¡Hola!. 

            –¡Amalita!...querida, ¿cómo estás?– , me contesta una voz  que reconozco inmediatamente.

             –¡Ferrer!... ¿qué hacés llamándome a esta hora?.  

            –A esta hora ¿qué? – me dice como si fuera lo más natural del mundo– si son las siete  de la matina y me estoy yendo a apoliyar  .

            –¡Ah sí, mirá qué bien! Para que sepas Horacio en Bs.As. serán las siete,  pero acá en Roma son las tres, pedazo de gil.

            –Y…viste piba “ya sé que estoy piantao, piantao, piantao”–  Me canta, sacándome una sonrisa.  Inmediatamente se pone serio.

– Bueno, ya está, ¿cómo estás?

            –Llevándola, me imagino que te enteraste y por eso me llamás.

            –Y sí,  vos sabes que con Astor no tenemos secretos. ¿Necesitás algo?.

            –No, nada, tiempo solamente, en unas horas sale mi vuelo.  Acá ya no tengo nada que hacer, además Italia en Setiembre es triste, muy triste  y la primavera está en Bs.As.  –digo como si quisiera convencerme a mí misma de que allá  voy a estar mejor. 

            –Me alegro de que vuelvas, cuando estés  ubicada  llamáme que hay un montón de presentaciones para hacer. Balada para un loco  sigue pegando mucho, cada vez más 

            –Bueno. ¿Hablaste con Astor?, ¿cómo está?  –Pregunto ansiosa.

            –Bien, bien,  dentro de lo que da la situación. Quedáte tranquila. Metió todas las pilas en la grabación de “Summit”  con Gerry  Mulligan  y el éxito de “Libertango” lo levantó un poco.  Ya va a salir, necesita tiempo.

            –Los dos sabíamos antes de venir a Italia que la cosa no iba a funcionar. No pude dejarlo solo después del infarto. Pero ya no va más. 

            –Ya lo sé. No tenés nada que explicar ni justificar. A veces con el amor solo no alcanza. Cuídate,  los quiero mucho a los dos  –Se despide

–Chau.

            Cuelgo.  Inevitablemente te pienso, mientras los primeros acordes de  “Tristango” empiezan a sonar.

            Nunca hubo ni habrá, para este momento un tango tuyo mejor. 

12/11/12


He recibo el siguiente mail, notificando la lista de ganadores del Concurso de Pinamar

CONCURSO LITERARIO DE CUENTO CORTO

 

Un marplatense, una porteña y una pinamarense premiados en el Concurso.

 

El Concurso Literario de Cuento Corto organizado por la Peña de Escritores Pinamarenses ya tiene sus ganadores. El Jurado, que funcionó bajo la supervisión de la artista plástica Beatriz Orosco que actuó en calidad de “veedora”, estuvo integrado por el Director de Cultura Municipal Jorge Esperón, el periodista Eduardo Rodríguez Paz, y los escritores Hugo Nogueira, César Benedettelli y Luis María Aller Atucha.

 

De los 86 trabajos presentados en la Categoría Adultos, pasaron a la ronda final 12 cuentos. De entre ellos, el Jurado en una reunión llevada a cabo en el Taller de Beatriz Orosco en día 8 de noviembre premió a los siguientes:

 

Primer Premio  para Oscar Ricardo Ruiz, de  Mar del Plata por el cuento “El viejo”

Segundo Premio  para Elena Morán de Olenka, de Capital Federal, por el cuento “La malquerida”.

Tercer Premio  para Alcira Victoria Muraña, de Pinamar, por el cuento “Qué piensa Bracamonte mientras camina”.

 

Los que compitieron en la ronda final, que recibirán Diploma acreditando que arribaron hasta esa instancia del Concurso, fueron: Eduardo Huergo de Pinamar por “Un cuento de Borges”; Marina Carrasco, de Villa Gesell por “Hoy no es buen día para morir”, Melisa Safronchik de Capital Federal por “Su majestad la rata”; Mónica Caldiz de Pinamar por “El destino de un zapato”; Alicia Danesino de Capital Federal por “Un Quijote en Buenos Aires”; Marcelo Luján Chanes de Pinamar por “Escritos en el café”; Nemesio Martín Román, de Trenque Lauquen por “Reencuentro”; Oscar Bach de Villa Tesei por “Culpa” y María Teresa Conti de Mar del Plata por Pirincho”.

 

Los cuentos premiados, acompañados por otros seleccionados por el Jurado, serán publicados en la Serie “Anticipos” de la Peña de Escritores Pinamarenses.

 

En la Categoría Menores de 18 años resultaron premiados:

Primer Premio (Diploma y biblioteca de mesa con libros de escritores de la Peña y de autores latinoamericanos)  para Julieta Llamazares, de La Plata, por su cuento “Como salir de la rutina”.

Segundo Premio (Diploma y biblioteca de mesa con libros de escritores de la Peña y de autores latinoamericanos)  para Verónica López,  de Pinamar, por “La pesadilla”.

Primera Mención (Diploma) para María Daniela Loueiras Compitelli de Capital Federal por el cuento “El último ocaso”.

Segunda Mención (Diploma) para Martina Victoria Pellittteri de la ciudad de 9 de Julio, por el cuento “El robo”.

Tercera Mención (Diploma) para Martín Alejandro Ferreira Martins, de Pinamar, por el cuento “El eterno vividor”.

 

Dado que se recibieron 65 cuento pertenecientes a niños de escuela primaria, se estableció la categoría “Infantil”. Todos los participantes recibirán un Diploma que acredite que participaron del Concurso y los mejores cuentos serán publicados en la Serie “Anticipos” de la Peña de Escritores.

 

Además de Pinamar, que llegaron 26 trabajos de concursantes adultos, se recibieron cuentos de Gral. Madariaga, Mar del Plata, La Plata, Capital Federal, Villa Gesell, 9 de Julio, Trenque Lauquen, San Antonio de Areco,  Gral. Lavalle, Caseros, Villa Tesei y, aunque el concurso era para Pcia. de Buenos Aires y Capital Federal, llegó un cuento de Santa Fe y otro de Córdoba.

 

El Concurso contó con el auspicio de empresas y comercios locales, que hicieron su aporte en dinero para solventar los premios y los gastos de organización y difusión. La ceremonia de premiación tendrá lugar la primera semana de diciembre en un prestigioso hotel de nuestra ciudad.

 

Contacto de prensa

LUIS MARIA ALER ATUCHA

40-4752

1er. PUESTO Concurso Cuento breve PEÑA DE ESCRITORES PINAMARENSESña de Escritores Pinamarenses

Mi cuento "El Viejo" sigue dándome grandes satisfacciones. Gano el Primer Puesto en el concurso de cuento breve organizado por la Peña de Escritores Pinamarenses.