Me imagino en situaciones simples y cotidianas: lavando un plato, cepillandome los dientes, tomando un café.
Al principio todo funciona y no estás.
Pero al rato nomás, aparece primero tu voz y luego, te presentás completa y radiante.
Sí… Me he pensado sin vos a mi lado; y ya no tengo ninguna duda, me es imposible, sencillamente imposible.
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